VIDA DE PERROS
Es un largometraje algo agradable, cálido y graciosa al mismo tiempo del
año de 1918. El espectador se puede encariñar con los personajes sin
importar la personalidad que tengan:
malvados, coquetos o extraños como es el personaje de Charlot (interpretado por
el actor Charles Chaplin). La historia de este film es algo corta y sencilla
teniendo dos escenarios solamente, el bar y la parte exterior de las calles. La
historia trata de un vagabundo que rescata a una perrita de una supuesta pelea
y se llega a enamorar de una cantante (Edna Pruvience) que es maltratada en su
negocio por su jefe, el cual le pide que
le coquetee a los demás clientes para
que logren comprar una cerveza o también le pide que baile con ellos, pero ella
se niega aceptarlo puesto que el vagabundo Charlot, es el único que llega aceptarlo
para poder bailar con él.
El film comienza con el vagabundo Charlot acostado en un terreno baldío robando comida para poder sobrevivir, pero en ese momento un policía lo descubre e intenta detenerlo, pero Charlot logra burlar al policía rodando sobre la reja de un lugar a otro, pinchándolo en el trasero y pateándolo.
El vagabundo (Charlot) no sólo roba comida sino que también hace todo lo posible para conseguir trabajo aunque no llega a tener demasiado éxito, una de las escenas más humorística, es cuando Charlot intenta conseguir trabajo en una cervecería y trata de meterse a algunas de las casillas pero no llega a tener éxito en ninguna, puesto que los personajes se interponen en su camino pasando de una casilla a otra. En esta escena se inicia con una panorámica que va de abajo hacia arriba y predominan los encuadres generales
Otra de las escenas más largas que llama la atención es cuando Charlot salva a una perra de una supuesta pelea y llega a meterse en medio de la situación, los perros empiezan a perseguirlo por toda la ciudad con una música de fondo de violín algo extravagante y rápida. Charlot llega a esquivar casi todos los perros y logra escapar de ellos pasando por una tienda ambulante, al final logra escapar con la perra y sentarse en un escalón. Esta parte tiene mayor parte de encuadres en gran general durante la persecución
Una de las escenas más extrañas es cuando Charlot intenta entrar a un bar, pero a éste no se le permiten por traer al perro, así que se las ingenia de una manera algo graciosa metiéndose el perro entre los pantalones y los personajes del hotel llegan a tener una actitud algo sorprendida puesto que parece que Charlot tiene cola, su recorrido termina cuando llega directo a un tambor y un señor con un bigote largo y gracioso empieza a escuchar los sonidos del instrumento y se queda algo pasmado viendo que Charlot tiene cola. Ésta escena igual llega a ser muy importante en la película puesto que aquí Charlot conoce a la cantante que se llega a enamorar de él y le piden que bailen, al final se da cuenta un mesero que no tiene dinero y llega a expulsar a Charlot y a su perro. En ésta hay mayor uso de encuadre en gran general desde el inicio, pero cuando sale la cantante y todos empiecen a llorar, los encuadres serán de medio plano.
Al final de la película, todos los personajes principales llegan a tener un
final feliz con los dos personajes
casados y viviendo en un lugar muy
lejano y la perrita llega a tener sus crías. El lugar en donde están presentes parece ser un sitio cálido. Ésta
escena se inicia con un gran general con Charlot vestido de granjero y termina
con una panorámica de forma vertical de arriba abajo mostrando las crías.
NOTA
La toma y los encuadres que se presentan en esta película son en su mayoría
de gran general o general, en ocasiones
se pueden notar unos medios planos, pero solos en muy pocas ocasiones, como por
ejemplo en la escena en donde sale la cantante hay varias tomas a medio plano.
Pero lo que más llamó la atención fue la historia que tienen alrededor los
personajes y la música o melodía de
ambientación que llega a ser algo divertida y con un buen ritmo.
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