El corto esta lleno de cámaras fijas y encuadres en primer plano. De las primeras escenas, tenemos la de los títeres, personas que están suspendidas de unos hilos en una bodega, observando como se llevan a dos de sus compañeros en la basura, en esta toma se aprecian los rostros en primer plano de 4 de los títeres encontrados en esta habitación, los 4 expresan gestualmente tristeza, ya que perdieron a dos de sus camaradas.
En la siguiente escena podemos ver otra cámara fija del recolector de basura, un encuadre que encierra únicamente el rostro y las manos de este hombre conduciendo el camión que traslada los deshechos al basurero, este hombre va cantando una canción italiana que habla de desamor, aunque, sus gesticulaciones no indican sentimientos de tristeza, sino, de esperanza, es decir, algo mas allá de la aversión del que pierde un amor, es como si no estuviese afligido, sino, ilusionado.
En una última escena, los títeres que han sido llevados al basurero han caído del camión al agujero de los desperdicios, pero han caído boca arriba y ahora después de un trayecto de tristezas, sonríen, la cámara fija, enmarca sus rostros en un plano de detalle, mientras uno de estos dos títeres entre la basura, se pregunta con una cara sonriente: ¿que es eso?, -pregunta ¿que es eso que el ve?-, a lo que el otro títere responde: esas, son las nubes, y en un medio plano, la emoción gestual del primer títere, aquel que pregunto, se ve una sonrisa de esperanza, cuando dice: ¡que hermoso!
Pasolini crea un corto conmovedor sobre una de las cosas que vale la pena en este mundo, pues, después de la desgracia que le ocurre a estos dos titeres, no todo estaba perdido.
Apresurada! escritura con prisa, reflexiva más hace falta descanso. Mirar con ojos nuevos. Aun así notable.
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