domingo, 3 de mayo de 2015

El espejo es una película bastante compleja, pues posee una narrativa visual no lineal, pasa de las tomas a color, a tomas de altos contrastes en blanco y negro, escenas que algunas veces se ven interrumpidas por selectas documentaciones de la guerra soviética en color sepia.

También, existen encuadres y movimientos donde la cámara esta siguiendo los pasos indeterminados del personaje que filma, tomas panorámicas de mas de 180 grados que nos dirigen de un lado a otro  de los escenarios, desplazamientos de zoom que nos van llevando por trayectos de distintos pasillos o paisajes que son utilizados para darle continuidad a la emoción emitida por las situaciones de los personajes en las secuencias, por mencionar algún ejemplo, está la escena donde se recorre un apartamento, el encuadre inicia con un medio plano de una ventana, un movimiento panorámico de izquierda a derecha que va llevándonos a un plano general de la primera habitación filmada, de pronto se escucha un teléfono sonar, aquí comienza la emoción que nuestro director pretende manifestar, entran a escena las voces de un hombre y una mujer, los cuales por el diálogo que mantienen parecen ser madre e hijo, mientras tanto, la toma del departamento sigue avanzando, en su andar se pueden ver las ventanas, las paredes, los muebles del sitio, de pronto, el diálogo entre nuestros personajes cambia, se habla de la precariedad de las palabras para transmitirlo todo, en un siguiente encuadre, la imagen se centra en el marco de una puerta, al fondo, se ve otro marco, también de una puerta, el movimiento de la cámara cambia a zoom, se escucha a los sujetos hablar de un sueño, y el zoom sigue avanzando en línea recta hacia el otro marco, pasando por debajo de este hasta llegar a una ventana, mientras se escucha al hombre preguntar a su madre, ¿por que siempre nos peleamos?
La toma del zoom termina, encuadrando una parte de la ventana, en ese momento, se escucha que alguna de las dos personas cuelga el teléfono, y entonces, entra una música lenta, triste, que acompaña la imagen de la ventana. 

La escena descrita en el párrafo anterior nos habla de soledad; en una habitación donde no encontramos personajes que se filmen, que se ilumina con la luz de un día nublado al entrar por las ventanas, un apartamento invadido de resolanas grisáceas que le dan a los colores de sus paredes, cortinas, y muebles una iluminación pardusca, sombría, un diálogo de discusiones telefónicas entre una madre y su hijo, un lento movimiento de cámaras a través del espacio, un encuadre lineal  que transita en la profundidad  de las habitaciones, un escenario  que al recorrerse nos lleva a la ventana del último cuarto, en el momento justo donde la llamada telefónica termina. ¿Que sensación nos da? Vacío, melancolia, tristeza, soledad.


La película de  Tarkovsky es de una calidad humana que trasciende al espectador, sus escenarios, movimientos, encuadres se complementan para hacernos sentir lo que cada uno de los personajes pudo haber sentido, es decir, en sus tomas se muestra la vida misma, viento, agua cayendo, fuego encendiéndose, es como si al utilizar estos recursos naturales, se lograse hablar del mundo de manera profunda, es como si al recurrir a ellos,  se resumiese la totalidad de la vida, cada escena nos provoca, pues logra que el publico se sumerja en la contemplación. 

1 comentario:

  1. La contemplación, comienzo de una experiencia estética. Este comentario, es redondo, incluye el conocimiento del texto Esculpir el tiempo en conjunción con una agradecida templanza en la mirada. Al parecer has disfrutado de las escenas y escenarios, incluyendo tus ojos en la sumergido sueño propuesto. Escuchas ladrar los perros?... señal de que vamos avanzando. Muy bien.

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