El espejo es una película bastante
compleja, pues posee una narrativa visual no lineal, pasa de las tomas a color,
a tomas de altos contrastes en blanco y negro, escenas que algunas veces se ven
interrumpidas por selectas documentaciones de la guerra soviética en color
sepia.
También, existen encuadres y movimientos
donde la cámara esta siguiendo los pasos indeterminados del personaje que
filma, tomas panorámicas de mas de 180 grados que nos dirigen de un lado a otro
de los escenarios, desplazamientos de zoom que nos van llevando por trayectos
de distintos pasillos o paisajes que son utilizados para darle continuidad a la
emoción emitida por las situaciones de los personajes en las secuencias, por
mencionar algún ejemplo, está la escena donde se recorre un apartamento, el
encuadre inicia con un medio plano de una ventana, un movimiento panorámico de
izquierda a derecha que va llevándonos a un plano general de la primera
habitación filmada, de pronto se escucha un teléfono sonar, aquí comienza la
emoción que nuestro director pretende manifestar, entran a escena las voces de
un hombre y una mujer, los cuales por el diálogo que mantienen parecen ser
madre e hijo, mientras tanto, la toma del departamento sigue avanzando, en su
andar se pueden ver las ventanas, las paredes, los muebles del sitio, de
pronto, el diálogo entre nuestros personajes cambia, se habla de la precariedad
de las palabras para transmitirlo todo, en un siguiente encuadre, la imagen se
centra en el marco de una puerta, al fondo, se ve otro marco, también de
una puerta, el movimiento de la cámara cambia a zoom, se escucha a los sujetos
hablar de un sueño, y el zoom sigue avanzando en línea recta hacia el otro
marco, pasando por debajo de este hasta llegar a una ventana, mientras se
escucha al hombre preguntar a su madre, ¿por que siempre nos peleamos?
La toma del zoom termina, encuadrando una
parte de la ventana, en ese momento, se escucha que alguna de las dos personas
cuelga el teléfono, y entonces, entra una música lenta, triste, que acompaña la
imagen de la ventana.
La escena descrita en el párrafo anterior
nos habla de soledad; en una habitación donde no encontramos personajes que se
filmen, que se ilumina con la luz de un día nublado al entrar por las ventanas,
un apartamento invadido de resolanas grisáceas que le dan a los colores de
sus paredes, cortinas, y muebles una iluminación pardusca, sombría, un diálogo
de discusiones telefónicas entre una madre y su hijo, un lento movimiento de
cámaras a través del espacio, un encuadre lineal que transita en la
profundidad de las habitaciones, un escenario que al recorrerse nos
lleva a la ventana del último cuarto, en el momento justo donde la llamada telefónica
termina. ¿Que sensación nos da? Vacío, melancolia, tristeza, soledad.
La película de Tarkovsky es de una calidad humana que
trasciende al espectador, sus escenarios, movimientos, encuadres se
complementan para hacernos sentir lo que cada uno de los personajes pudo haber
sentido, es decir, en sus tomas se muestra la vida misma, viento, agua cayendo,
fuego encendiéndose, es como si al utilizar estos recursos naturales, se
lograse hablar del mundo de manera profunda, es como si al recurrir a
ellos, se resumiese la totalidad de la
vida, cada escena nos provoca, pues logra que el publico se sumerja en la
contemplación.
La contemplación, comienzo de una experiencia estética. Este comentario, es redondo, incluye el conocimiento del texto Esculpir el tiempo en conjunción con una agradecida templanza en la mirada. Al parecer has disfrutado de las escenas y escenarios, incluyendo tus ojos en la sumergido sueño propuesto. Escuchas ladrar los perros?... señal de que vamos avanzando. Muy bien.
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