Predestinación y destino
Establecer un dialogo como estudiante de cine, y todo lo
que ello envuelve, sin embargo para poder ser un director, no solo es necesario
egresar de un instituto formativo, no solo es necesario aprender la parte
técnica, esto va mas allá, requiere de alta creatividad e interés, de ser muy
observador con el mundo vivo y de todo aquello que mantiene movimiento (porque
por algo se mueve) hay que estar siempre expectantes de los hechos sociales y
sobre todo vivir nuestro momento, no aprenderlo.
En esta cotidianidad y rutina diaria a la que llamamos
vida, de pronto es necesario encontrar una válvula de escape, algo con lo cual
identificarnos y ponernos en contacto con nuestros sentimientos más profundos y
eso regularmente lo logramos con aquello que
llamamos arte, de pronto tenemos la necesidad de rellenar lagunas de nuestra propia experiencia, pero a pesar
de que siempre buscamos la mejor manera de expresarnos, no siempre la
conseguimos, solo damos una idea aproximada de ello, pero no concretizamos, tan
solo en materia el cine se acerca mayormente a la realidad se acerca a una
dimensión del mundo aún no comprendida, el cine pues, así como se acercó a esta
realidad, también se acercó a las personas, individualizando aún más su entorno
y las relaciones interpersonales cambiaron rotundamente.
Pero qué hay de aquellas películas que mantienen un
discurso rimbombante y que jalan a la gente, sin darles un mensaje que aporte
algo positivo en su vida, esa películas que van dirigidas a una masa,
regularmente las películas se entienden de acuerdo a lo que el director dice y
que el espectador que observa mantiene un amplio vahaje cultural, que mantienen
un nivel intelectual similar entre sí, de este vahaje depende el éxito de una producción
cinematográfica.