sábado, 27 de septiembre de 2014

Predestinación y destino
Establecer un dialogo como estudiante de cine, y todo lo que ello envuelve, sin embargo para poder ser un director, no solo es necesario egresar de un instituto formativo, no solo es necesario aprender la parte técnica, esto va mas allá, requiere de alta creatividad e interés, de ser muy observador con el mundo vivo y de todo aquello que mantiene movimiento (porque por algo se mueve) hay que estar siempre expectantes de los hechos sociales y sobre todo vivir nuestro momento, no aprenderlo.
En esta cotidianidad y rutina diaria a la que llamamos vida, de pronto es necesario encontrar una válvula de escape, algo con lo cual identificarnos y ponernos en contacto con nuestros sentimientos más profundos y eso regularmente lo logramos con aquello que  llamamos arte, de pronto tenemos la necesidad de rellenar lagunas  de nuestra propia experiencia, pero a pesar de que siempre buscamos la mejor manera de expresarnos, no siempre la conseguimos, solo damos una idea aproximada de ello, pero no concretizamos, tan solo en materia el cine se acerca mayormente a la realidad se acerca a una dimensión del mundo aún no comprendida, el cine pues, así como se acercó a esta realidad, también se acercó a las personas, individualizando aún más su entorno y las relaciones interpersonales cambiaron rotundamente.

Pero qué hay de aquellas películas que mantienen un discurso rimbombante y que jalan a la gente, sin darles un mensaje que aporte algo positivo en su vida, esa películas que van dirigidas a una masa, regularmente las películas se entienden de acuerdo a lo que el director dice y que el espectador que observa mantiene un amplio vahaje cultural, que mantienen un nivel intelectual similar entre sí, de este vahaje depende el éxito de una producción cinematográfica.

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