lunes, 19 de septiembre de 2016


El arte como ansia de lo ideal


Esculpir en el tiempo 

Andrei Tarkovski



En este capítulo el autor nos invita a reflexionar sobre el arte, visto como el término general. Tarkovski se enfoca en la experiencia estética del arte, y propone que se observe al proceso artístico como una forma de un autoconocimiento ético-moral.  

En contraste con el pensamiento positivista el arte se vuelve un camino del conocimiento sobre el mundo, pero en el caso del arte esto sucede a partir de la experiencia, es conocer al mundo, aprender a experimentar el mundo como un pequeño niño.

Estas ideas, hasta cierto punto son un acto de fe, ya que estas experiencias según el autor,  tienen que transmitir una energía espiritual, despertada desde lo más profundo de las emociones, comparando así a la poesía como un método de evocación, así el arte se encarga de preparar al hombre para la muerte, lo vuelve sensible del existir.

En cuanto a la opinión sobre  la figura del artista, este debe oponerse a los motivos de autorrealización, ya que esto se vuelve un conflicto con el verdadero propósito, un propósito que según él, es ver el mundo espiritual escondido por el mundo positivista, esto a partir del arte.

Así toda opinión objetiva sobre la obra artística es denegada como una opinión sincera de esta,  por el simple hecho de que el arte no se entiende a partir de los métodos objetivos e instrumentos conceptuales de medición, si no desde la experiencia poética de la obra, por lo tanto el arte se comprende a partir de nuestras experiencias, experiencias subjetivas ante el arte y estas se proyectan en la vida, así aprendemos a partir del arte a vivir.

El autor menciona que el arte a partir de muchos siglos no ha podido enseñar a la población sobre aspectos positivos, partiendo desde la experiencia con  la imagen misma, pero aun así confía en su poder místico y espiritual de la imagen.

A partir de esta idea surgen muchas interrogantes. Desde los años sesenta en Europa, América y específicamente Latinoamérica muchos artistas exploraron medios de los cuales intentaban sacudir al espectador a partir de una experiencia estética en donde se involucraba también la acción del participante. Estas experiencia van desde lo sensorial, la educación hasta lo que es político.

La cuestión es que la imagen a partir de su construcción poética y con el objetivo de crear una experiencia estética y que transmita una energía espiritual, es obsoleta, si la intención es crear esos estados de reflexión las imágenes se han quedado desnudas  a un estado de compresión y de la experiencia misma.

La artista Lygia Clarck propone la idea de la experiencia estética a partir de la creación de ambientes multisensoriales en los cueles la percepción en acción es reflexionada por el participante mismo y en colectividad. Este es un ejemplo de muchos artistas que se basan en la experiencia estética y mezclan también educación para la posibilidad del cambio social. El arte contemporáneo esta demostrando ser una herramienta para la experiencia de vivir, aprender a vivir y mejorar las condiciones humanas, a partir de las prácticas performaticas, se abandona la idea del arte como contemplación, más si no de activación en diferentes planos del conocimiento y de la experiencia.  

 

 

 

 


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