SOBRE EL CORREDOR DE
LA MUERTE
Herzog nos
lleva a un mundo cruel y despiadado a través de las cárceles en el lugar de
Polunsky Livingston Texas, donde se dieron aproximadamente 16 ejecuciones
máximo. Herzog no quiere hacer reflexionar sobre la muerte y el precio caro que
le puede costar a un individuo por cometer una equivocación o la matanza de
otro. En este documental veremos al infierno que les espera a estos hombres por
cometer ciertos crímenes y apelarse ante la ley. El director Werner Herzog hace una respectiva analogía de las
ejecuciones con los alemanes. Dentro de este documental sabremos que la vida de
estos hombres y el sufrimiento psicológico que tuvieron que pasar para poder
enfrentarse a este mundo infernal. Unos hombres que están conscientes de su
propio destino, entre ellos se encuentran Linda Carty, George Rivas, Joseph
García, Hank Skinner y James Barnes, este último definido por Herzog como
"la peor pesadilla para una mujer”. Estas personas cometieron un grave
error en sus vidas y ahora están dispuestos a pagarla.
La historia mas interesante de este documental es la vida de Josep García,
un criminal que fue condenado a cincuenta años de cárcel por haber matado a un
hombre llamado Miguel Luna y estar obsesionado con una mujer de nombre Jocelyn.
La historia de este condenado nos hace preguntar si realmente fue él quien cometió
ese crimen o solo lo hizo por defender su vida. Herzog explora a través de la
cámara y no solamente nos hace
reflexionar sobre este mundo violento
que tenemos alrededor. Este tipo de personas estarían dispuestas a acabar
con la vida de otros, solo para salvar la suya. En este documental no trata de inculpar a estos seres sino que
nos hace reflexionar sobre sus propias vidas y sus delitos cometidos, de hecho
el director declaró lo siguiente.
“no pretenden establecer la culpa o la inocencia de
nadie”. “Para eso están los tribunales de Justicia. Y las películas no son una
apología de los crímenes cometidos. Para mí está absolutamente claro que los
crímenes de estas personas son monstruosos. Pero los perpetradores no son
monstruos, son seres humanos. Y por lo tanto, deben ser tratados con respeto.
Para mí, como director, el equilibrio, el tono justo en los diálogos es
esencial: a pesar de que mi posición es clara, no me manejo con la furia del
activista; tampoco hay falso sentimentalismo; no hay conmiseración; no hay
camaradería; pero hay un sentido de solidaridad con los convictos en relación
con sus apelaciones y batallas legales para demorar su ejecución o
transformarla en una cadena perpetua. Y, sobre todo, está la idea de que estos
individuos son seres humanos.”
Esta claro que Herzog tenía muy
en claro que eran seres humanos y que estaban muy dispuestos a cometer un
crimen e incluso hace todo lo posible por escapar de la cárcel. Herzog nos
cuenta esas historias tan violentas con un poco de respeto hacia estos
individuos, teniendo conciencia de esta equivocación
que cometieron frente a los demás y ahora les toca vivir en este infierno o
pesadilla como ellos le llaman realmente. Son estos círculos concéntricos de humillaciones, castigos
y violencia lo que la serie de films de Herzog va descubriendo a lo largo de
cada uno de estos retratos. Y al operar por acumulación, Death Row (“Corredor de la muerte”) va poniendo al desnudo el
carácter estructuralmente violento y vengativo, tal como lo hace en la mayoría de sus films, Herzog nos muestra esa batalla que tienen los
seres humanos frente al mundo y frente a la vida.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-24357-2012-02-15.htmlativo
de la sociedad.(El corredor de la muerte).
No hay comentarios:
Publicar un comentario