(Fotografía del medio Nayarit en Línea)
Película: Náufragos de San Blas
Director: Julio Aldama Jr.
Duración: 90 min
País: México
Año: 2007
Análisis y opinión de la película.
Se dice que acordaron una gran suma de dinero por
un contrato con una productora de cine, que el gobierno federal mexicano les
iba a dar un sustento de por vida y además la panga (pequeña embarcación utilizada
por pesadores) en la que viajaban se colocaría como monumento histórico en el
puerto de San Blas. Al parecer no se les cumplió cosa alguna, pero cabe mencionar que no hay líneas
de información confiables para sustentarlo.
Era agosto del 2006 cuando pescadores mexicanos
son rescatados cerca de las Islas Marshal, próximas a las costas de Australia,
después de recorrer 8 mil kilómetros en el interior del mar Pacífico. Al inicio
fueron cinco los tripulantes que naufragaron, pero después de nueve meses y
nueve días sólo Lucio, Jesús y Salvador sobrevivieron.
La película de Julio Almada Jr. es su versión a
este supuesto hecho real. Este filme llegó en un momento en el que México renovó su mandato presidencial,
con la llegada de Felipe Calderón, hecho que generó tensiones dentro y fuera de
la esfera política, de ahí que se dijera que los náufragos del puerto de San
Blas fuera una cortina de humo, puesto que la noticia recorrió varios medios
internacionales.
En la interpretación de lo sucedido a los
náufragos, Aldama Jr. propone una idea de que los pescadores fueron engañados. Se
les asignado un trabajo en donde tenían que recoger y trasladar varios paquetes
de pescado congelado venidos desde Japón. Dicha labor era falsa por que los
paquetes contenían kilos de marihuana y en realidad este trabajo era una
operación que los involucraba directamente con los movimientos de la droga por
parte de cárteles de la droga.
Nuestros personajes después de estar perdidos varios días en alta mar esperando los paquetes, por fin logran tomar el cargamento en su bote para entonces trasladarlo a un navío, el cual los distribuiría por diferentes zonas de las costas del pacífico mexicano. Una vez realizada su función, los pescadores son recibidos de buena manera en el barco y se integran al festejo por haber realizado peligrosa tarea. Los antes náufragos ahora se encuentran en esta gran embarcación sin saber aún la verdad de lo que esta misión representaba, pero el descuido de uno de ellos hace que los tomen como rehenes en el barco.
Nuestros personajes después de estar perdidos varios días en alta mar esperando los paquetes, por fin logran tomar el cargamento en su bote para entonces trasladarlo a un navío, el cual los distribuiría por diferentes zonas de las costas del pacífico mexicano. Una vez realizada su función, los pescadores son recibidos de buena manera en el barco y se integran al festejo por haber realizado peligrosa tarea. Los antes náufragos ahora se encuentran en esta gran embarcación sin saber aún la verdad de lo que esta misión representaba, pero el descuido de uno de ellos hace que los tomen como rehenes en el barco.
Meses después de estar como prisioneros deciden
escapar en su pequeño bote en el que llegaron al navío y así sucede. Nuestros personajes
ya no se encuentran a merced de las armas de los narcotraficantes, ahora los
enemigos son un tanque de combustible vació, el inmenso mar alrededor de ellos,
las horas de exposición directa al sol, así como todos aquellos elementos que
se sumen a este nuevo viacrucis que enfrentan.
Más allá de lo que parece ser una historia
increíble y que se tiene que llevar al cine, la película se vuelve una especie
de broma. En parte porque las personas que vemos en pantalla son actores no
profesionales, cuestión con la que no estoy en contra, pero en esta producción los
actores en algunas escenas no transmitían lo suficiente o bien exageraban
frente a la cámara. Además de que muchas de las secuencias se pudieron resolver
en una sola, sin tener que ser reiterativo una y otra vez para decir algo
específico. Por ejemplo, cuando están naufragando por primera vez, el director
pudo únicamente mostrar dos escenas de mínima duración para darnos a entender
que están varados en alta mar, en cambio, vemos una y otra vez escenas de ellos
flotando a la deriva, además los diálogos de los personajes hablan sobre esta situación.
Entonces me parece que tenemos lo mismo en los diálogos, en las imágenes y en
los sonidos. Pienso que todos los elementos deben de estar unidos en un punto
determinado para que la situación que vemos en pantalla tenga la fuerza necesaria,
pero no caer en la repetición y reiteración burda de lo mismo en las imágenes,
en los sonidos y en los diálogos.
También tiene errores notorios como que en ocasiones
se ven las sombras de los camarógrafos, el sonido varía muy notoriamente en el
volumen dentro de una misma escena, así como
que los personajes aparezcan con ropa diferente cuando no deberían.
Por último, a pesar de esto, lo que rescato de la
obra de Julio Almada Jr. son varias locaciones, algunos personajes como lo
fueron vendedores en un puesto de venta de pescado o las mujeres en el bar
cerca de la costa, así como algunas situaciones que me parecieron sinceras
frente a la cámara y momentos involuntariamente graciosos que se generaron por
el hecho de haber trabajado con actores no profesionales.
Hasta aquí mi opinión y análisis. La siguiente
aportación trataré de reducirla en extensión.
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