Director: Jorge Ramírez Suárez
Año: 2014
Duración: 133 minutos
Recientemente tuve la osadía de ver Guten Tag Ramón, una película realizada en locaciones como Alemania y México y con actores también de ambas nacionalidades. Resultó ser que me fueron robadas poco más de dos horas de mi vida.
Recuerdo que cuando esta película estaba en cines me llamó la atención por su portada y el nombre de la película y hasta quise entrar a verla. Ahora que la vi, puedo decir que es una película con una idea gastada, nada propositiva, reiterativa, predecible y cursi. Lo único diferente a la mayoría de películas de migrantes, es que Ramón se va a Alemania con la idea de hacer dinero. Después de una serie de desventuras y aventuras en un país extranjero en donde no conoce el idioma, tiene el final más feliz de todos volviéndose rico por la caridad de una anciana que conoció en su breve estadío en el país europeo. ¡Y además él se pone feliz!, yo no podría aceptar tal suma de dinero sabiendo que no hice nada para merecerlo, todavía la lotería me parece más justa. Así mismo hay escenas que no tienen razón de ser y pudieron ser omitidas pues no enriquecieron la película. Una de ellas es cuando Ramón rayaba zanahoria y Ruth, la anciana, lo confunde con que se masturbaba, y por caridad lo lleva a una “casa de citas”.
Las actuaciones son otro punto malo pues no son lo suficientemente buenas por parte de los actores mexicanos. Los diálogos forzados y las frases repetitivas la vuelven tediosa. Además está la participación del protagonista, que si no está sonriendo, está llorando. Como espectadora no me sentí empática hacia él, hasta logró caerme mal.
Las imágenes del film se quedaron dentro del estándar en lo normal, no son malas ni sorprendentes.
Como muchas películas mexicanas, resultó ser, para mí, una telenovela larga.
Recuerdo que cuando esta película estaba en cines me llamó la atención por su portada y el nombre de la película y hasta quise entrar a verla. Ahora que la vi, puedo decir que es una película con una idea gastada, nada propositiva, reiterativa, predecible y cursi. Lo único diferente a la mayoría de películas de migrantes, es que Ramón se va a Alemania con la idea de hacer dinero. Después de una serie de desventuras y aventuras en un país extranjero en donde no conoce el idioma, tiene el final más feliz de todos volviéndose rico por la caridad de una anciana que conoció en su breve estadío en el país europeo. ¡Y además él se pone feliz!, yo no podría aceptar tal suma de dinero sabiendo que no hice nada para merecerlo, todavía la lotería me parece más justa. Así mismo hay escenas que no tienen razón de ser y pudieron ser omitidas pues no enriquecieron la película. Una de ellas es cuando Ramón rayaba zanahoria y Ruth, la anciana, lo confunde con que se masturbaba, y por caridad lo lleva a una “casa de citas”.
Las actuaciones son otro punto malo pues no son lo suficientemente buenas por parte de los actores mexicanos. Los diálogos forzados y las frases repetitivas la vuelven tediosa. Además está la participación del protagonista, que si no está sonriendo, está llorando. Como espectadora no me sentí empática hacia él, hasta logró caerme mal.
Las imágenes del film se quedaron dentro del estándar en lo normal, no son malas ni sorprendentes.
Como muchas películas mexicanas, resultó ser, para mí, una telenovela larga.
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