lunes, 2 de noviembre de 2015

LA REALIDAD AUTOESCRITA DE PASOLINI
El  cineasta debe estar consciente de lo que ve y su propio entorno, debe ser capaz de capturar la realidad para reproducir imágenes de una forma más fiel. Esto parece ser muy importante para los creadores del cine. Pues ésta es su manera de conocer al mundo, de otro modo el cine no existiría, las imágenes parecen ser su modo de representar, recrear o simbolizar la vida. Sin embargo el cine es una de las herramientas  visuales  que parece ir más allá de todo, ya que las imágenes parecen darle un movimiento. Como se  había dicho anteriormente el cineasta necesita del entorno para poder crear una obra cinematográfica (necesita de la visualización del mundo para hacer una película), este es el modo en que el cineasta puede estar consciente de lo que hace para crear nuevas imágenes, de otro modo caerá en un cliché mal elaborado. Las  imágenes  parecen ser un modo de pensar tanto para los que hacen cine, como para los artistas, es su modo de seducir e informar al espectador, con ellas son capaces de crear símbolos o signos que le ayuden al cineasta o al artista a interpretar su obra, cuando nosotros vemos una película o una pintura y tratamos de analizar cada uno de los símbolos que se encuentran en la pintura, parece como si  contáramos una historia al momento de intentar interpretarlos. El  mundo parece ser su gran apoyo visual, su gran herramienta de trabajo y su  manera de retratar a la vida, con él es capaz de recrear nuevos símbolos. “Pasolini  declara que las imágenes fabricadas, significantes, son signos- imágenes, insignios que compara los signos lingüísticos o linsignos”(Aumont J, pág. 75) .
La semiología es una de las ciencias utilizadas por la mayoría de los artistas, pues esto les ayuda a crear símbolos o interpretar obras de otros artistas o de ellos mismos. Pasolini hace una división de lo que vemos en la realidad con lo que intentamos reinterpretar en la obra cinematográfica, llamándoles encuentros naturales (los que percibimos en la realidad) y encuentros simbólicos, estos a su vez parten de dos clases de estrategias de interpretación, el primero se basa en lo que vemos alrededor del mundo, los segundos, es una estrategia para comunicar. Cuando nosotros analizamos una obra de arte, primero vemos lo que contiene la obra, las imágenes que solemos reconocer, no intentamos actuar como un experto que sabe acerca de la obra; es  decir, sólo decimos lo que está en la pieza. Las segundas partes son las  que intentan analizar la obra y de lo que podría decirnos. En una obra cinematográfica suele ser más laborioso analizarlo, no solo porque son varias imágenes que se enlazan para crear una sola obra, sino porque la obra suele estar montada de diálogo y música que le ayuda a su ambiente.

Las imágenes le ayudan a los cineastas a crear historias y a poder escribir sobre ellas. “Pasolini define el cine como la semiología en naturaleza de la realidad: de entrada, simple reproducción de la realidad visual, el  cine se convierte luego en una lengua escrita (Aumont Pág. 76), para Pasolini el cineasta es un gran escritor que sabe enlazar imágenes para darles sentido, no sólo es capaz de recrear la realidad, sino también es capaz de apuntarla, está consciente de su entorno y de su ser.  ”El cine es esa paradoja, la de una escritura cuya distancia simbólica con lo que escribe, no  acarrea consecuencias ontológicas: la realidad escrita no sólo queda intacta sino  que, si así puede decirse, es todavía más ella misma, puesto que es expresada. Las imágenes les ayudan a los artistas y a los cineastas a crear poesía visual.

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