Entre naturaleza y absoluto
La imagen puede decirnos muchas cosas una vez que nosotros la vemos.
Es un lenguaje mudo que se llega a transmitir por medio de la experiencia
visual que tiene cada uno, gracias a la imagen podemos revivir experiencias o
podemos contarlas a través de la
memoria.
Los artistas saben cómo
utilizar la imagen para transmitir un mensaje de protesta o hacer una metáfora visual, son los que se
encargan de dar un mensaje al público a través de su obra utilizando varios medios:
pintura, escultura, instalación, intervención, etc.
Los cineastas son como una especie de artistas narrativos, saben de
qué manera utilizar la imagen para contar sus experiencias que tienen a su
alrededor, encapsulan el mundo a través de su cámara. Los cineastas como los
artistas son poetas visuales, deben
saber cómo reconstruir una imagen y saberla contar. También pueden transmitir
un mensaje y hacer una crítica o realizar historias. La imagen es una poesía
para los artistas, se pueden convertir en símbolos o alegorías por medio de lo
que observan.
El arte al igual que el cine no solo ofrece poesía visual, también
es una prueba de que nosotros existimos en este mundo, por eso entre las artes,
el cine es una de las más fieles y superiores
a cualquier otra, ya que ofrece realismo
y naturalismo a la imagen, es capaz de darle vida y forma. Según Tarkovsky.
“El naturalismo es la forma
de existencia de la naturaleza en el cine” (Aumont J, pág. 69). La imagen
cinematográfica está conectada con la realidad, da a entender como es el mundo
en el que vivimos y es una evidencia de ello.
Los cineastas deben utilizar sus experiencias vividas para poder
hacer una narrativa o un poema, debe captar el mundo tal y como es y debe revivir sus historias para filmarlas,
cada cineasta ofrece una mirada y una percepción distinta a lo que es la vida
por lo tanto ofrecen una filosofía distinta en su imagen. “Cada obra debe
ofrecer sus propias leyes y procedimientos para formular de manera adecuada la
relación que mantiene con la realidad” (Aumont J pág. 69). El cineasta siente
empatía con la vida, sabe cómo darlo a conocer y poder reinterpretarlo.
”Tarkovski parte de una tradición de la imagen cuyo origen se
remonta a la teoría del ícono. La imagen siempre se concibe bifronte: una vertiente
representativa, que la impulsa hacia el mundo (y construye su garantía
referencial)” (Aumont J, pág. 69-70). La imagen debe ser verdadera, debe mostrar
la vida en la que estamos presentes, por medio de ella podemos revivir
historias y experiencias. ”La imagen crece por si misma, vive por una vida
propia, “tiende al infinito”, por medio de ésta se forma un pensamiento autónomo
distinto a lo verbal (Aumont J, 2008)
Para que una imagen cinematográfica pueda comunicar el mensaje que
se genera, necesita apoyarse de otros medios
como es la música o el diálogo, para
darle un sentido a la imagen. Los cineastas deben crear sus propias imágenes y
tratar de ser originales, no tratar de hacer plagios o usar otras imágenes para
poder crear las suyas, sino se llegaran a convertir en un cliché. El artista o
en este caso el cineasta debe ser capaz de pensar en las imágenes que tiene en
su contexto, en la vida nosotros estamos rodeados de imágenes que determinan cómo
es nuestro mundo y es un deber del cineasta poder reinterpretarlo con su
cámara, debe contar o simbolizar la verdad que tiene a su alrededor.” La imagen
artística es única e indivisible, y aparece en un plano distinto, no
intelectual”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario