Los comienzos de Tarskovski

La lectura del primer capitulo de los inicios del director Andreí Tarkovski ha sido para mí bastante interesante e importante para mi comienzo dentro del área de audio visual, debido a que hace mención de sus primeros procesos creativos, ademas de alentar bajo la idea de lo poético, cuando  denota las diferencias entre la lógica lineal de un guión que el llama "la lógica de la dramaturgia clásica" y la "lógica poética"; el autor define su visión del mundo, nos confronta con su especulación acerca de la vida, el arte y los procesos creativos, nos invita a participar, es decir, convoca de alguna manera a la producción y dirección del cine a través de la "representación fiel de las sensaciones". Pero ¿como conseguir esta fidelidad si apenas somos conscientes de una mínima parte de nuestra percepción?, creo que lo mas importante para mi de esta lectura es que Tarkovski, independientemente de la técnica y los objetos que se decidan utilizar para decir lo que queramos decir, nos exhorta a crear sin expectativas, a practicar, a errar, por que los errores no son fracasos, sino, experiencias de aprendizaje, gran lectura para empoderar interesados en la imagen en movimiento, un texto capaz de producirme iniciativa.

Otras lineas que me sorprendieron, y con ello pretendo reafirmar lo que percibo de esta complementación entre la vida, la mía,  y lo que decidí querer hacer con ella es:

"Lo decisivo es la visión del mundo, y la meta ética, el ideal.
Las obras de arte surgen del esfuerzo por expresar ideales éticos. Determinan la imaginación y la sensibilidad del artista. Si ama la vida, también siente la necesidad inaplazable de reconocer esa vida, de transformarla, de contribuir a que sea mejor.  [...] Su obra siempre sera el resultado de un esfuerzo intelectual en busca del perfeccionamiento del hombre, la expresión de una visión del mundo que nos atrapa por la armonía del pensar y del sentir, por su dignidad y sencillez,"

Bella frase para confirmar que uno no esta tan equivocado como pensaba, al creer que sus ideas están fuera de lugar ante los demás, bella frase para decidir comenzar.