Las estaciones de la vida.
Kim Ki-Duk
Este filme tiene una secuencia lineal, pocos diálogos yo diría que casi muda, con saltos en el tiempo de una forma poco brusca (por eso la considero lineal) en la que observaremos los males del humano, por ser bestia, la lujuria, tentación pero sobre todo el deseo, el más fuerte mal ya que te hace prisionero de tu propia alma, prisionero del propio sentimiento. Kim Ki- Duk plantea el deseo como una forma de aprehensión letal, de la que nadie puede salvarse. El deseo está en mi y por más que lo quiera remover de mi, no se podrá, estoy prácticamente condenada a vivir con él, a ser prisionera de él, sin embargo, no todo está perdido. En el camino de la vida aprenderé muchas cosas, tantas que podré valorar el pasado y el presente, sin palabras Ki- Duk logra enrollarme en el filme y podría decir que logra que me pueda identificar con alguno de sus personajes, lo cual considero el lazo más fuerte entre filme-película. Al principio la película me recordó al método Konmari, tratando de alejar el deseo, pero, definitivamente no es lo mismo.
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