jueves, 2 de junio de 2016

Película / Arturo Ripstein - La calle de la amargura


Película: La calle de la amargura
Director: Arturo Ripstein
Duración: 139 min
País: México
Año: 2015

La película es sobre dos prostitutas de la tercera edad que se involucran con dos luchadores enanos. El encuentro de estos últimos con las prostitutas en un hotel termina en tragedia. Las prostitutas dan a parar a la cárcel y los luchadores mueren.

Me remitiré a tres aspectos que me llamaron la atención.

El primero es sobre el color azulado que percibí en toda la película, puesto que se dotó a ésta de un tono que se aleja del convencional uso del color y el blanco/negro. Puedo decir desde mi perspectiva que el director decidió alterar de esta manera la película para darle mayor dramatismo. No sé sobre este cambio de formatos en el tono, pero me imagino que se logran al manipular niveles en la cámara, poniendo filtros a la lente o se hace en la edición posterior a la grabación.

El segundo aspecto son dos cosas que van de la mano en esta película, por un lado la iluminación y por el otro los lugares donde se desarrollan las situaciones.
La historia se desarrolla en barrios pobres de la ciudad de México. Pero lo interesante de las locaciones es que son vecindades que dan la apariencia de laberintos. Algo que me agradó fue que la luz del sol se colaba por los techos rotos, generando una penumbra constante lo que generaba la sensación de que los personajes están atrapados.
Como es bien sabido las vecindades cuentan con lugares comunitarios para realizar actividades de la vida cotidiana, como lavar ropa. Estos sitios se vuelven punto de encuentro para vecinos y familiares, por lo que los conflictos son constantes y el hecho de que las escenas estén plagadas de claroscuros es un buen recurso para acrecentar la tensión de estas situaciones. Además de que se ve un buen tratamiento en los movimientos de cámara.

Por último, la cuestión de los personajes y la actuación. Antes que nada tengo que decir que el trabajo de Patricia Reyes Spindola, Nora Velázquez, Sylvia Pasquel, Alejandro Suarez y Alberto Estrella, no me es ajeno, puesto que conozco de su labor artística en otras películas. Pero lo que me causa conflicto es que ya no considero tan fuerte el impacto de la actuación de estas personas, debido a que en cierta medida ya estoy acostumbrado a su trabajo actoral y más que nada porque tengo la idea de que al retratar estas realidades sociales tan delicadas se necesita darle más protagonismo a gente que de verdad se encuentre inmersa en estas problemáticas.  No quiero demeritar la labor artística de estas actrices y actores, ni quiero decir que una película documental sobrepase a este tipo de películas, puesto que también los documentales sólo muestran lo que el director quiere que veamos, sólo quiero exponer algunas ideas que me han surgido estos últimos meses en lo que se refiere a la actuación y el cine. Siguiendo con esto quiero también mencionar que en la película se pueden observar varios extras o actores no profesionales, los cuales denotan naturalidad al realizar sus actividades frente a la cámara, por ejemplo en algunas escenas se pueden apreciar, unas prostitutas recargadas en la pared esperando clientes, trabajadores de un mercado moviendo su mercancía y gente bebiendo en un bar. La presencia de famosos y reconocidos actores junto a estos “no-actores”, me causa cierta inquietud, porque a grandes rasgos pienso que se podría hacer una película más sincera usando gente que esté inmersa en esas situaciones en vez de usar las ya conocidas glorias del cine mexicano. Lo que planteo no es quitar la posibilidad de que actores profesionales realicen este tipo de personajes, ni tampoco lo que digo es algo nuevo, puesto que el uso de actores no-profesionales se remonta a los mismos orígenes del cine o si se quiere también a las famosas películas del movimiento denominado neorrealismo italiano, pero lo que quiero expresar es que pienso que para ser lo más efectivo en tratar de manera cruda estos temas, uno de los recursos sería el plantear una historia en donde los personajes sean personas que en verdad estén pasando por esas situaciones.
Si se quiere grabar una historia de dos prostitutas, ¿Por qué no optar por usar dos prostitutas de verdad?

El trabajo de Arturo Ripstein me agrada mucho, es uno de los cineastas mexicanos que considero que se debe de ver con detenimiento, pero en esta película encontré muchos lugares comunes y se me hizo predecible.


Hasta aquí mi aportación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario