Enter the Void
Año: 2009
Duración: 162 minutos
País: Francia
Director: Gaspar Noé
Una película interesante con multitud de planos secuencia, cámara en mano y (lo que es mejor) en primera persona, es decir, la mayoría de la película está realizada a partir de una cámara subjetiva. También el movimiento de cámara: travelling, está ocupando un papel importante, debido a que es difícil plantearse donde está el límite, y más cuando la subjetividad del tema (nadie sabe qué pasa cuando se muere) impide analizar adecuadamente la proximidad o la lejanía del plano, implicando cercanía o distanciamiento. Sin embargo existe una subjetividad aérea que esconde la posición de quien contempla todo desde arriba. Noé ofrece una mirada desde la divinidad, la cual permite explorar, pero que al mismo tiempo impide estar.
Un ambiente muy psicodélico, lleno de luces neón, recreando el efecto de varias sustancias psicotrópicas. Sobre todo reflejando un contexto y ambiente común de dos hermanos que viven desde hace poco en Tokio; Oscar y su hermana Linda. Oscar sobrevive traficando con drogas y Linda trabaja como stripper en un club nocturno. Abocados a la mala vida por una serie de catastróficas desdichas y por una sociedad que los empuja a ello.
Sucede que durante un forcejeo con la policía, Oscar cae herido tras un disparo. Aunque muere, su espíritu, fiel a la promesa de no abandonar a su hermana, rechaza abandonar el mundo de los vivos. Su espíritu vaga ahora por la ciudad y sus visiones son cada vez más caóticas. Siendo así que existe un juego entre cómo es que se altera la percepción, a partir de una sustancia como el MDMA, y a la vez como percibe un espíritu. Aquí algo interesante, a mi parecer, es la producción para lograr tales situaciones.
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